Esta medida no solo obliga a los proveedores a inscribirse en un padrón oficial, sino que también establece un nuevo estándar al introducir un impuesto al hospedaje del 6%, superando en un 1% la tarifa aplicada a la hotelería tradicional en la región.

La nueva normativa, emitida por el Servicio de Administración Tributaria del Estado, no deja cabos sueltos. Todos los anfitriones, independientemente de si son personas físicas o morales, deben obtener una licencia de funcionamiento para continuar operando y cumplir con las responsabilidades fiscales correspondientes. El proceso de registro, ahora obligatorio, se puede realizar de manera sencilla a través de la plataforma en línea oficial.

Aunque hasta el momento solo Airbnb ha formalizado un acuerdo con el gobierno estatal, es crucial destacar que la regulación se aplica a todas las plataformas digitales de alojamiento. Esta medida se presenta como un esfuerzo integral para garantizar una aplicación uniforme de las normativas y fortalecer la transparencia fiscal en el sector.

A pesar de estos cambios regulatorios, el mercado inmobiliario en Quintana Roo sigue mostrando una resistencia excepcional. 

A pesar de los desafíos, el auge del mercado inmobiliario persiste, demostrando la resiliencia y la atracción continua de Quintana Roo como un destino de ensueño para inversionistas y turistas por igual.

Fuente: El Economista – Entra en vigor regulación de alojamiento vacacional tipo Airbnb en Quintana Roo